
Mujer en un parque, sentada en un banco en el cual se lee “Solo para judíos”. Austria, marzo de 1938 aproximadamente. US Holocaust Memorial Museum #11195/Institute of Contemporary History and Wiener Library Limited
El prejuicio contra los judíos o el odio hacia ellos, conocido como antisemitismo, asola al mundo desde hace más de 2.000 años.
En todo el mundo, en nuestros días, hay un aumento en el antisemitismo, por ejemplo, en los discursos instigando al odio basado en el prejuicio, en la violencia dirigida hacia los judíos y sus instituciones, y en la negación, menoscabo, y tergiversación de los hechos del Holocausto. Los grupos islámicos militantes con poder político utilizan un discurso sugestivo del genocidio respecto del estado de Israel. El presidente de Irán declaró que el Holocausto es un “mito” y dijo que Israel debería ser “borrado del mapa”. El presidente de Venezuela acusó a Israel de intentar un “genocidio” contra el pueblo palestino. A través Europa, partidos ultranacionalistas de extrema derecha—con mensajes abiertamente antisemitas y racistas—aumentaron significativamente su caudal de votos en recientes elecciones parlamentarias. Y en los Estados Unidos, las imágenes y lenguaje del Holocausto son frecuentemente malversados para hacer un comentario o promocionar un programa.
Después de los fracasos morales y sociales que hicieron posible el Holocausto, debemos permanecer alertas frente al antisemitismo, al odio y a toda forma de fanatismo.