United States Holocaust Memorial Museum
Las Olimpíadas nazi: Berlín 1936
Idioma: English 简体中文 Español عربي Introducción Menú del sitio
Tras las Olimpíadas
“Temo que los nazis han tenido éxito con su propaganda. En primer lugar, dirigieron las Olimpíadas con un grado de hospitalidad jamás visto, lo que cautivó a los atletas. En segundo lugar, idearon una muy buena fachada para los visitantes en general y, particularmente, para los grandes empresarios.” —Diario del corresponsal en el exterior William Shirer, Berlín, 16 de agosto de 1936

"En 1940, las Olimpíadas se llevarán a cabo en Tokio. Pero, a partir de entonces, se realizarán aquí en Alemania, en este estadio, para toda la posteridad". Adolf Hitler, en conversación con Albert Speer, Inspector General de Arquitectura del Reich, primavera de 1937.

Alemania salió victoriosa de la 11.º edición de las Olimpíadas. Sus atletas se adueñaron de la mayoría de las medallas, y la hospitalidad y capacidad organizativa alemanas se llevaron todos los elogios de los visitantes. La mayoría de las fuentes de información se hicieron eco de un artículo publicado por el New York Times que señalaba que las Olimpíadas habían devuelto a Alemania a "la comunidad mundial" y le habían restituido su "humanidad". Otros tenían la esperanza de que este pacífico intervalo perdurara. Sólo unos pocos periodistas, entre ellos William Shirer, consideraban el brillo alemán como un mero intento de ocultar un régimen racista y militarista. Mientras se presentaban los informes posolímpicos, Hitler proseguía su paso con grandes planes de expansión para Alemania. Entre ellos, apoderarse de las Olimpíadas para siempre.


Luego de que se vieran frustrados los planes de realizar las Olimpíadas de Invierno de 1940 en St. Moritz, en Suiza, Hitler tuvo la inesperada oportunidad de ser anfitrión de las Olimpíadas una vez más. En junio de 1939, Garmisch-Partenkirchen fue designada nuevamente como sede de las Olimpíadas de Invierno de 1940. Alegando que su decisión no obedecía a "consideraciones políticas", el Comité Olímpico Internacional eligió unánimemente a Alemania como sede de las Olimpíadas "en vista de los intereses del deporte y del movimiento olímpico". No obstante, Alemania retiró su invitación a las Olimpíadas en noviembre de 1939, dos meses después de invadir Polonia.
Luego de que se vieran frustrados los planes de realizar las Olimpíadas de Invierno de 1940 en St. Moritz, en Suiza, Hitler tuvo la inesperada oportunidad de ser anfitrión de las Olimpíadas una vez más. En junio de 1939, Garmisch-Partenkirchen fue designada nuevamente como sede de las Olimpíadas de Invierno de 1940. Alegando que su decisión no obedecía a "consideraciones políticas", el Comité Olímpico Internacional eligió unánimemente a Alemania como sede de las Olimpíadas "en vista de los intereses del deporte y del movimiento olímpico". No obstante, Alemania retiró su invitación a las Olimpíadas en noviembre de 1939, dos meses después de invadir Polonia.
—USHMM #14922/Collection of Charles Gary Allison
En 1937, Hitler evaluó el diseño propuesto por el arquitecto Albert Speer de un estadio en Nuremberg, capaz de albergar las Olimpíadas de allí en adelante. El colosal modelo de estadio con capacidad para 400.000 personas que Speer sugirió satisfizo la obsesión del Führer con las formas monumentales que proyectaban la supremacía alemana.
En 1937, Hitler evaluó el diseño propuesto por el arquitecto Albert Speer de un estadio en Nuremberg, capaz de albergar las Olimpíadas de allí en adelante. El colosal modelo de estadio con capacidad para 400.000 personas que Speer sugirió satisfizo la obsesión del Führer con las formas monumentales que proyectaban la supremacía alemana.
—USHMM #15211/Courtesy of Archive of Nürnberg, Germany

The Museum’s exhibitions are supported by the Lester Robbins and Sheila Johnson Robbins Traveling and Special Exhibitions Fund, established in 1990.